La pérdida auditiva o hipoacusia se debe a daños o disfunciones en una o más partes del oído y puede ocurrir a cualquier edad y por diferentes razones.
Cuanto más tarde se diagnostica, mayor es la pérdida auditiva, e incluso más difícil resulta prevenirla y adaptarse después a las soluciones auditivas.
No obstante, la causa general y más común de pérdida auditiva son la edad y la sobreexposición a ruidos fuertes.
En el 90 % de los casos de pérdida auditiva, hay numerosas soluciones para mejorar la comunicación.
Aunque cada vez son más las personas jóvenes que sufren problemas de audición, los mayores de 55 años son el sector más afectado.
Los/las expertos/as recuerdan que los problemas de audición conducen a un progresivo aislamiento, al abandono de aficiones y a cambios de hábitos. Además, hay que recordar que, en muchos casos, la pérdida auditiva relacionada con la edad puede ser hereditaria, por lo que acudir a revisiones periódicas puede prevenir su aparición o que no se agudice si ya ha aparecido.
Descubre los tipos, niveles y causas de la pérdida auditiva.
Conductiva
Neurosensorial
Combinada o mixta
Conductiva
Pérdida auditiva conductiva
Neurosensorial
Neurosensorial
Afecta al oído interno o a las vías neurales. En este caso, el sonido se transmite correctamente a través del oído externo y medio, y el déficit se produce en el oído interno.
Normalmente, este tipo de pérdida se produce por daños en las células ciliadas o en las terminaciones nerviosas de la cóclea, lo que genera una reducción en la percepción de la intensidad y la calidad del sonido. Este tipo de pérdida auditiva suele compensarse con una solución auditivaAfecta al oído interno o a las vías neurales. En este caso, el sonido se transmite correctamente a través del oído externo y medio, y el dé
Combinada o mixta
Combinada o mixta
Explora la anatomía del oído y descubre como funcionan las diferentes partes del oído interno, medio y externo.
Los diferentes niveles de pérdida de audición se conocen como “grados” y dependen de la severidad del daño que causan.
La pérdida puede ser leve, media, grave o profunda. En el último caso, quienes la padecen no pueden entender el habla.
Si crees tener algún problema auditivo, debes acudir a un/una doctor/a especialista otorrinolaringólogo/a. Este/a es el encargado/a de revisar el oído y determinar a qué se debe la pérdida auditiva que, muchas veces, puede estar provocada por un tapón de cera, un resfriado u otros problemas leves.
Otra opción es visitar un centro auditivo y hacerte una revisión. Los/as profesionales de la audiología llevarán a cabo una serie de pruebas para valorar tu capacidad auditiva. En el caso de detectar alguna pérdida pueden asesorarte acerca de la ayuda que necesitas para oír mejor.